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El proyecto BioICEP de AIMPLAS fracasa

Aug 12, 2023Aug 12, 2023

El Centro Tecnológico del Plástico ha aplicado métodos basados ​​en microondas y extrusión reactiva que aceleran la biodegradación de los plásticos convencionales.

El objetivo del proyecto es desarrollar alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente a los plásticos tradicionales a base de petróleo.

El proyecto utilizó un proceso en cascada mediante la aplicación y combinación de métodos químicos y biológicos para convertir residuos plásticos de origen fósil en sustitutos naturales y biodegradables para su uso en las industrias farmacéutica y de embalaje.

El papel de AIMPLAS en el proyecto consistió en el pretratamiento de plásticos mediante degradación termoquímica asistida por microondas. Esta nueva tecnología arrojó resultados prometedores al convertir residuos plásticos no biodegradables (como el polietileno de baja densidad) en materiales fácilmente biodegradables. AIMPLAS afirma que consiguieron la degradación total en menos de 28 días. Otra técnica utilizada fue la despolimerización de poliamidas para obtener los monómeros de estos polímeros. Luego, los microorganismos pueden degradar estos monómeros para convertirlos en productos de interés como los bioplásticos.

Asimismo, AIMPLAS afirma haber utilizado tecnologías de extrusión reactiva que realizaron cambios en la estructura de las cadenas poliméricas para mejorar la biodegradación de estos plásticos. AIMPLAS es también la coordinadora encargada de la difusión y explotación de resultados, así como de las actividades de comunicación.

BioICEP cumplió el objetivo de desarrollar procesos para reducir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente. En este sentido, el proyecto estuvo integrado por socios de diferentes países y áreas de conocimiento que lograron abordar el desafío de desarrollar procesos alternativos para mejorar el reciclaje desde un enfoque multidisciplinario, fundamental para el éxito del proyecto.

La solución propuesta por el proyecto BioICEP se centró en el uso de tres tecnologías que mejoran, aceleran y aumentan la degradación de los plásticos hasta "niveles mucho más allá de lo que es posible actualmente". Un sistema de despolimerización de triple acción descompuso los residuos plásticos mediante tres procesos consecutivos. El primero consistió en procesos de desintegración química, incluida una nueva tecnología basada en microondas que reduce el peso molecular de los polímeros base para mejorar la biodegradación. El segundo proceso fue la digestión biocatalítica con enzimas mejoradas utilizando diferentes técnicas innovadoras, incluido el cribado con sensores fluorescentes y la evolución dirigida. Finalmente, en el tercer proceso, se utilizaron en combinación consorcios microbianos desarrollados a partir de cepas microbianas individuales "mejores de su clase" para producir una degradación altamente eficiente de flujos mixtos de desechos plásticos. Los productos de este proceso de degradación se utilizarán para la síntesis de nuevos polímeros y bioproductos que permitan una nueva economía circular basada en residuos plásticos.

AIMPLAS ha realizado pretratamientos químicos y biotecnológicos para convertir plásticos sintéticos en bioplásticos biodegradables.